Ingredientes:
Vitamina A (como palmitato de retinilo): la vitamina A es necesaria para la formación de la piel y los huesos. Ayuda al sistema inmunitario, al crecimiento celular y a la producción de vasos sanguíneos.
Vitamina C (como ácido ascórbico): la vitamina C es una vitamina hidrosoluble natural necesaria para la producción de colágeno. También es un antioxidante que ayuda al cuerpo a regenerar otros antioxidantes.
Vitamina D3 (como colecalciferol): El colecalciferol es un tipo de vitamina D que se encuentra en alimentos de origen animal o se desarrolla en la piel después de la exposición a la luz ultravioleta, que ayuda al cuerpo a absorber calcio y fósforo y puede utilizarse como antiinflamatorio.
Tiamina (vitamina B1) (como mononitrato de tiamina): la tiamina, una forma de vitamina B1, favorece el crecimiento y el funcionamiento de las células del organismo. El hígado contiene pequeñas cantidades de tiamina de forma natural, pero se recomiendan suplementos adicionales para aprovechar todos los beneficios de la vitamina B1.
Vitamina B2 (como riboflavina): la riboflavina, uno de los ocho tipos de vitamina B, ayuda al cuerpo a convertir los alimentos en combustible para darnos energía. Favorece el metabolismo, la producción de anticuerpos y la respiración celular.
Niacina (como niacinamida): la niacinamida es una forma de vitamina B que se encuentra en los alimentos, pero que se suele tomar como suplemento como antiinflamatorio para la piel. Los dermatólogos la recomiendan para tratar el acné.
Vitamina B6 (como piridoxina HCl): aunque la vitamina B6 no se produce naturalmente en el cuerpo, ingerirla a través de alimentos o suplementos ayuda a crear glóbulos rojos y neurotransmisores.
Folato (como ácido fólico): el folato o ácido fólico es un tipo de vitamina B9 y es uno de los suplementos para la salud más comunes, ya que es un nutriente esencial. El ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9 y promueve el crecimiento y el funcionamiento de las células.
Vitamina B12 (como metilcobalamina): la metilcobalamina, una forma natural de vitamina B12, es un nutriente vital que favorece la función cerebral, el tejido nervioso y los glóbulos rojos.
Ácido pantoténico (como D-pantotenato de calcio): el ácido pantoténico es una variedad de vitamina B5 que ayuda al cuerpo a descomponer las grasas y los carbohidratos en energía.
Magnesio (de 200 mg de óxido de magnesio): uno de los minerales más abundantes en el cuerpo humano, el óxido de magnesio es un suplemento conocido que se utiliza para promover la función muscular y nerviosa, así como la producción de energía.
Zinc (de 15,8 mg de picolinato de zinc): aunque el cuerpo solo necesita cantidades mínimas, el zinc es un mineral esencial para la creación de ADN, lo que ayuda a curar el tejido dañado. También se ha demostrado que favorece la salud del sistema inmunológico.
Selenio (como L-selenometionina): al igual que el zinc, el selenio es un oligoelemento que se utiliza en pequeñas cantidades para apoyar la señalización y el control celular.
Cobre (como quelato de aminoácido de cobre): más comúnmente conocido como un metal maleable, el cobre tiene numerosos beneficios para la salud, incluido el apoyo a la producción de glóbulos rojos y colágeno del cuerpo y poseer fuertes propiedades antibacterianas.
L-arginina HCl: L-arginina HCl es un aminoácido presente en carnes, pescados y frutos secos que ayuda al cuerpo a generar proteínas. El cuerpo produce L-arginina HCl de forma natural, pero aumentar la ingesta a través de suplementos o dietas ayuda a reparar el tejido dañado.
L-glutamina: La glutamina es el aminoácido natural más abundante en la sangre humana. Es necesaria para la producción de proteínas y se transfiere a través de la sangre a diferentes órganos.
Complejo de bioflavonoides cítricos en polvo: los bioflavonoides cítricos son compuestos que se encuentran específicamente en la pulpa y la cáscara de las frutas cítricas. Aunque técnicamente no son una vitamina o un mineral, estos compuestos mejoran la capacidad de curación de la piel.
Mezcla de probióticos (14 cepas vivas): para funcionar correctamente, el intestino necesita bacterias y levaduras saludables. Los probióticos aportan organismos vivos que favorecen la digestión, el apoyo inmunológico y la producción de vitaminas naturales.
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